Alimentos Transgénicos

Alimentos Transgénicos ¿Una nueva oportunidad hacia nuestra alimentación?

Q.F.B. Marisol López Fuentes

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En la actualidad el ser humano ha tomado un papel importante en la industria de alimentos realizando una constante búsqueda de mejoras en la producción alimentaria, tanto en términos de cantidad como de calidad.

En este contexto, la biotecnología ha desempeñado un papel fundamental al ofrecer herramientas y métodos innovadores para la mejora de la producción.

Los alimentos transgénicos, también conocidos como alimentos modificados genéticamente, son productos obtenidos a través de la ingeniería genética, una técnica que utiliza células vivas, cultivos de tejidos o moléculas derivadas de organismos para modificar características específicas. Esta tecnología permite introducir genes de otros organismos en el ADN de la planta, con el fin de conferirle nuevas características o mejorar las existentes. Estas frutas y verduras son muy atractivas a la vista de las personas ya que presentan un color más intenso, además de ser más grandes y de mejor apariencia al tacto, sin mencionar su olor y sabor agradable.

Como todo avance científico o tecnológico, los alimentos transgénicos buscan obtener ventajas o mejoras como lo es la maduración más tardía, esto permite que puedan ser almacenados por períodos superiores al habitual, sin comprometer su calidad. Esta prolongada “vida útil”, facilita su transporte a largas distancias, minimizando la posibilidad de perecimiento durante el trayecto. Además, al llegar a su destino, los alimentos aún conservan su frescura y sabor, lo que resulta en una experiencia culinaria más satisfactoria para el consumidor final, además de menos pérdidas económicas. Un ejemplo es, el tomate Flavr Savr, el primer tomate transgénico comercializado, el cual se modificó para retrasar su maduración y así prolongar su frescura y durabilidad.

Una desventaja es que esta maduración tardía ayuda a reducir la pérdida de nutrientes esenciales. Las vitaminas y otros micronutrientes presentes en los alimentos tienden a descomponerse con el tiempo, especialmente durante el proceso de maduración. Sin embargo, al retrasar este proceso, se disminuye la merma de nutrientes, lo que asegura que los alimentos mantengan un alto valor nutricional cuando llegan a manos del consumidor.

Gracias a la modificación genética, los cultivos transgénicos han sido diseñados para crecer más rápido y producir mayores rendimientos en comparación con los alimentos no modificados. Esta rápida tasa de crecimiento reduce significativamente el tiempo necesario para la cosecha. Como resultado, se necesita menos terreno para obtener una cantidad igual o incluso mayor de productos agrícolas. En cultivos tradicionales, los tiempos de crecimiento suelen ser más prolongados, lo que limita la capacidad de aprovechar al máximo el terreno disponible. Sin embargo, con los cultivos transgénicos, la rapidez en la cosecha permite una ocupación más eficiente del territorio destinado a la siembra.

Además, se han desarrollado variedades transgénicas que contienen mayores niveles de vitaminas y nutrientes esenciales. Cabe mencionar también que esta innovación ha servido para hacer más resistentes a los cultivos de algún herbicida o alguna plaga como; por ejemplo, el maíz modificado genéticamente, para expresar la proteína Bt, la cual produce una toxina que es letal para ciertos insectos, como el gusano del maíz, reduciendo así la necesidad de aplicar pesticidas químicos y minimizando el impacto ambiental asociado con su uso.

Este avance biotecnológico ha generado controversias en torno a los alimentos transgénicos, que ha sido un tema de debate y gran interés en la sociedad contemporánea, una de las principales preocupaciones es su impacto potencial en la salud humana a largo plazo. Esta preocupación surge debido a que la modificación genética implica la alteración deliberada de los genes de un organismo para introducir ciertas características deseadas, lo que a menudo implica cambios en su composición nutricional.

En conclusión, la evaluación de los beneficios y riesgos asociados con los alimentos transgénicos es una tarea compleja y aún insuficiente en la actualidad. Saber si los alimentos transgénicos son buenos o no, depende de múltiples factores y perspectivas. Mientras que algunos ven el potencial de los alimentos transgénicos para abordar desafíos alimentarios y ambientales, otros expresan preocupaciones sobre su seguridad y sostenibilidad a largo plazo. Es necesario seguir investigando sobre los efectos que tendrán para la salud a un corto y largo plazo, así como también a los efectos que generan estos alimentos al medio ambiente; la investigación continua y la evaluación cuidadosa de los riesgos y beneficios son fundamentales para tomar decisiones informadas sobre el uso y regulación de los alimentos transgénicos.

Fuentes:

Grupo SACSA (2016).¿Qué es la biotecnología?”. Consultado en: https://www.gruposacsa.com.mx/que-es-la-biotecnologia/

Hablemos de culturas.com (2024). “¿Sabe qué es el Tomate Transgénico?”. Consultado en: https://hablemosdeculturas.com/tomate-transgenico/

Unicpharma (2018). “Pero, ¿qué son los alimentos transgénicos?”. Consultado en: https://blog.unicpharma.com.br/alimentacao/mas-o-que-sao-alimentos-transgenicos/