Derecho y Poder. Dos Caras de una Misma Moneda Bajo el Juego del Estado
El derecho juega una parte fundamental en la formación del poder político


Años de desarrollo humano, sociedades nacientes y crecientes, sociedades en ruinas y acabadas por el paso de los años, han presenciado en el desarrollo de su vida política la dinámica del poder y del derecho, misma que analizaremos en las siguientes líneas bajo una mirada crítica a las teorías planteadas por el justita y politólogo Norberto Bobbio, con la finalidad de entender bajo esta concepción al estado de control actual.
La acalorada discusión del dinamismo de derecho y poder ha estado presente en innumerables obras, pero para Bobbio este dinamismo es entendido como una interrelación para conservar la paz interna del Estado, dicho groso modo el poder sin el derecho, es mera fuerza bruta, y el derecho sin el poder, son solo normas planteadas sin fuerza de coacción incapaces de generar un control o estabilidad para el Estado.
Si bien estos dos conceptos están en la obra de Bobbio con la finalidad de contraponer el argumento H. Kelsen, quien establece que el derecho está por encima del poder. La relación de derecho y poder en la obra de Bobbio está desarrollado bajo el supuesto de un Estado “justo”, un Estado capaz de utilizar el derecho y el poder como vías para instaurar el bien común y por ende generar orden y paz.
Pero qué pasaría si ponemos en tela juicio al “Estado justo”, en un juego de intereses privados sobre los públicos, ¿en realidad, busca generar solo orden y paz interna?, ¿o solo busca el
control? Analizado bajo este supuesto, para el juego del Estado es importante conservar bajo su mando a la moneda, que representa el derecho en una cara y el poder en la otra.
El Estado utiliza la relación tan estrecha de derecho y poder para los intereses de control que en el convengan, actualmente el juego del Estado se ha mantenido en utilizar la moneda (derecho y poder) para generar estructuras e instrumentos tan amplios capaces de justificarlo y reproducirlo.
En el juego del Estado desde sus orígenes, el poder y el derecho, lo detenta la clase dominante, dando pie a justificar acciones ilegitimas en acciones legitimas. Bajo esta perspectiva teórica encontramos el argumento marxista que plantea lo siguiente “vuestro derecho no es sino la voluntad de vuestra clase erigida en ley, voluntad cuyo contenido está determinado por las condiciones materiales de existencia de vuestra clase”1(Marx,Karls,1981,p.73). Esta idea plantea la teoría del Estado de control y dominación más aplicada a la realidad.
EL idealismo planteado por Bobbio y Kelsen se desarrolla bajo “El enfoque rectilíneo y la unilateralidad, la rigidez y la esclerosis, el subjetivismo y la ceguera subjetiva, eh ahí las raíces gnoseológicas del idealismo”.2( Spirkin, A.G,1969,p.23). Pues en dicha concepción la interrelación de derecho y el poder hiperbolizados, estos aun niveles divinizados ha hecho que se parta y se teorice en la obra de Bobbio bajo conceptos de legalidad, legitimidad,
1Máxima expuesta Karls Max sobre el derecho en el documento denominado “El manifiesto de la partida comunista”. En la teoría Marxista el derecho planteado en una sociedad antagonista va a experimentar la fuerza de la lucha de clases existente y se planteara como un instrumento más que sirve para justificar el poder de la clase domínate y dicha clase domínate va a tener la característica de dominar a sus subordinados bajo las condiciones económicas, y así crear normas que favorezcan a la reproducción de la clase dominante y su sistema económico.
2 Vladímir Ilich Uliáno introdujo por primera vez el concepto de raíces gnoseológicas del idealismo, haciendo con ello una aportación al aparato conceptual del materialismo dialectico en su lucha contra el idealismo.
justicia, bien común, puestos como elevación absoluta de determinada forma de una actividad cognoscente de “bueno”, siendo estas no siempre para el bien común sino más bien utilizadas como instrumentos de control y dominación.
Para concluir, podemos decir que el dinamismo en la relación entre el derecho y el poder, es para este análisis la postura más aceptada, más que pensar que existe una yuxtaposición de unos sobre el otro, pero no basta con la narrativa de que “solo el poder puede genera derecho y el derecho puede limitar al poder”, dicha fórmula nos llevaría a sociedades satisfechas, y gobiernos capaces de utilizar de forma razonada este binomio, pero si nos detenemos a analizar la realidad el binomio no funciona así, pues en la sociedad existen pocos grupos satisfechos, las mayorías se levantan contra el poder y el derecho ha justificado acciones brutalmente ilegitimas.
Cuando hablamos del juego del Estado (puesto en la metáfora inicial) nos referimos a como se concibe y se construye los intereses de un grupo dominante, y sus relaciones de poder con las diferentes esferas (económica, política, ideológica), que generan condiciones que le permiten seguir reproduciéndose, el derecho por su parte justifica acciones que favorece a la clase dominante y el poder hace valer de manera coactiva y coercitiva.
En la sociedad actual innumerables estados cualesquiera que sean sus formas de organización política, pues hasta en los estados donde existen la “participación de los ciudadanos” como es el democrático, el poder y el derecho ha estrechado tanto la toma dediciones para el bien común, que solo se ha dejado tan reducido a un simple “voto”, en los proceso electorales, la demás “política y democracia” está fuertemente influida por las clases dominantes que manejan mediante el derecho y el poder las esferas de todo los sectores sociales, desde la ideológica, la política y por ende la económica.
Tanto el poder como el derecho nunca tendrán una naturaleza separada de la clase domínate, pues dicha clase se concibe dentro del Estado como fuerza de dominio. Es evidente que el Estado es el reflejo del estrecho contacto de esta clase, que hace valer del derecho y del poder para así mantener la dominación sobre las distintas fuerzas que se encuentran dentro del Estado.