Michoacán: un estado que lucha
Michoacán se ha caracterizado por ser un estado donde las personas luchas por cambiar la sociedad


Michoacán es un estado con un amplio devenir histórico, se ha caracterizado por sus constantes luchas y por su pensamiento critico y contestatario , la cuna natal del general Cárdenas fungió como escenario de casi todos los movimientos importantes armados en nuestro país, Michoacán ha sido cuna ideológica de la independencia de México, escenario de batallas de la revolución mexicana y de la guerra cristera, así mismo ha sido escenario de diferentes movimientos sociales contemporáneos, como el movimiento social que antecedió la creación del Partido de la Revolución Democrática[1], y más recientemente la lucha armada del pueblo de Chéran, la cual culmino en la instauración de un sistema de usos y costumbres en este municipio indígena[2].
Por años el estado de Michoacán se ha caracterizado por estas luchas armadas y sociales, sin embargo, existe una región donde el conflicto se trae en la sangre, al sur del territorio michoacano existe una región donde el clima es cálido y la sangre caliente, dicha región contiene una serie de características especiales que la hacen diferenciarse del resto de Michoacán, es la región de Tierra Caliente, la cual en los últimos años ha sido escenario de enfrentamientos de grupos criminales, fuerzas públicas y pueblo en general.
La región de Tierra Caliente es una región cálida, se ubica en la depresión del rio Balsas, en su territorio convergen dos sistemas montañosos como son el eje neo- volcánico y la Sierra Madre del Sur, la región cuenta con agua, y tuvo su auge durante la repartición de tierras, producto de la reforma agraria, por lo cual una de las principales actividades económicas ha sido la agricultura, los productores de la región siembran mangos, jitomates, papayas y plátanos, no obstante la región se caracteriza por sus huertas de limones, la actividad de la región gira alrededor de estas plantaciones, por lo cual se han asentado múltiples empacadoras y procesadores, la mayoría de la población esta inmiscuida con la agricultura[3], la base de la economía radica en gran medida en la plantación del limón, sin embargo también existe otra planta verde que trae muchos beneficios económicos a los agricultores.
El historiador Luis González y González, describía a la región como la sucursal mexicana del infierno, y no era por su clima que llega a alcanzar los 45º grados, para el historiador michoacano, Tierra Caliente una región muy difícil de acceder, por años estuvo incomunicado con el resto de Michoacán, una región llena de malos vicios y poco crecimiento político, en la cual la violencia era el pan de cada día.
Esta región ha sido conflictiva, la violencia era parte del ecosistema tierracalenteño, a diario las personas se enfrentaban a machetazos por alguna afrenta. En campo árido, pocos cultivos se dan, uno de ellos es la mariguana, cultivo que años más tarde traería fama y prosperidad económica a la región, sin embargo, esta prosperidad traería una de las mayores crisis de seguridad en la región del Balsas.
Gracias a un acuerdo entre los gobiernos mexicanos y estadounidenses, en algunos estados de la republica se permitió la plantación de amapola y mariguana, plantas que alimentaban las ganas de lucha de los combatientes de los diferentes frentes, agricultores de estados como Sinaloa, encontraron ganancias que nunca imaginaron, de acuerdo a Guillermo Valdés la plantación de marihuana en tierras michoacanas se dio en los años 50´s, por las características de la región[4], la Tierra Caliente de Michoacán sería lugar propicio para el desarrollo de plantaciones de marihuana, ahora los agricultores, se dedicaban al limón y a la marihuana.
Los agricultores encontraron una fuente de riqueza, no obstante , no todo es para siempre y cuando Estados Unidos ya no requirió de los plantíos de drogas, volvió la actividad ilegal, por lo cual el Estado mexicano hizo lo propio en su territorio, aquellos productores que encontraron bonanza en la producción de marihuana y amapola, de la noche a la mañana se encontraron en la ilegalidad, sin embargo estos productores no estaban dispuestos a dejar su mina de oro, por lo cual siguieron la producción de marihuana de manera ilegal[5].
Si bien en un principio el cultivo de estos plantíos era negocio de agricultores, poco a poco personas con poder público fueron integrándose al gran negocio del narcotráfico, en una región donde lo ilegal proliferaba, ser narcotraficante era solo cambiar de producto de comercialización, gente de dinero se fue metiendo al negocio, poco a pocos los productores fueron desplazados y los narcos se fueron adueñando del territorio.
De la noche a la mañana el territorio fue coaptado por pequeños productores, los cuales, al cobijo de personajes políticos, fueron amasando una fortuna y por supuesto poder político, atrás quedaron los productores agrícolas, ahora el negocio de la droga en tierra caliente estaba en manos de organizaciones delictivas con poderío económico, político y sobre todo le habían quitado el monopolio de la violencia al Estado.
El poder invisible, se había vuelto más visible que nunca, el narcotráfico ponía y quitaba presidentes municipales, el narco despachaba desde palacio municipal y nadie decía nada, como lo describe Dalia Martínez, la región de la Tierra Caliente de Michoacán se ha convertido en una zona donde el verdadero poder no lo tiene los poderes tradicionales, sino un poder invisible, Tierra Caliente se ha convertido en la república marihuanera, un espacio de México donde el gobierno se rige por medio de armas y marihuana[6].
Cuando Felipe Calderón vestido de militar, ante centenares de militares, decidió declarar la guerra al narcotráfico, nunca se imagino lo que este acto desencadenaría en la región más cálida de Michoacán, ese día Calderón saldría sin ningún contratiempo de Apatzingán, se había metido al corazón de Tierra Caliente y esta afrenta costaría vidas en dicha región.
[1] Chávez, Héctor, Se asoma el sol, el proceso de formación del PRD en Michoacán, Morelia, UMSNH, 2011.
[2] Aragón Orlando, Las revoluciones de los derechos indígenas en Michoacán. Una lectura desde la lucha de Chéran. México, Alteridades, vol. 28, N. 55, p. 25-36, 2018.
[3] Thiebaut, Virginie, Aguirre Alberto, Procesos en los paisajes de la Tierra Caliente de Michoacán; asentamientos humanos y usos de suelo, Toluca, UAEM, contribuciones desde Coatepec, núm 20, enero-junio, pp. 75-100, 2011.
[4] Valdés Guillermo, Historia del narcotráfico en México, México, Aguilar, 2013.
[5] Astorga Luis, El siglo de las drogas, México, Debolsillo, 2005.
[6] Padgett Humberto, Martínez Dalia, La república marihuanera, México, emeequis, 2011.